En "Una visión bíblica acerca de los niños" ya hemos examinado las diferentes instituciones que Dios estableció para ordenar la sociedad. Allí hemos visto que bíblicamente, la educación pertenece a la esfera de la familia. Esto incluye la instrucción intelectual o de conocimientos, o sea, todo lo que hoy en día hacen las escuelas.
El sabio rey Salomón dice:
"Oíd, hijos, la enseñanza
de un padre, y estad atentos, para que conozcáis
cordura.
Porque yo os doy buena enseñanza; no desamparáis mi
ley.
Porque yo también fui hijo de mi padre, delicado y
único delante de mi madre.
Y él me enseñaba, y me decía:
Retenga tu corazón mis razones, guarda mis mandamientos,
y vivirás.
Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; no te olvides
ni te apartes de las razones de mi boca ..."
(Proverbios 4:1-5)
En los tiempos bíblicos era común que un hijo
aprendía el oficio de su padre; entonces fue enseñado
por su padre no solamente durante su niñez, sino hasta
salir "profesional".
En otros casos, los padres encargaban a otros
"maestros" con la instrucción de sus hijos;
pero mientras los hijos eran menores de edad, estos
maestros estaban bajo la autoridad de los padres.
Solamente a partir de la edad de "Bar-Mitzwa", el
joven podía por su propia cuenta seguir a un maestro o
ser elegido como discípulo por un maestro.
Entonces, la instrucción puede darse de dos formas: por los padres directamente, o por medio de un maestro elegido por los padres y bajo la autoridad y supervisión de los padres.
- Toda la instrucción debe suceder desde la perspectiva de la Palabra de Dios; porque Dios dice que los padres deben hablar a sus hijos todo el tiempo la Palabra de Dios, "estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes..." (Deuteronomio 6:7). Debemos "meditar de día y de noche" en la Palabra de Dios (Josué 1:8). La Palabra de Dios debe llenar toda nuestra enseñanza y todo nuestro aprendizaje. Entonces, aun aquellos temas que no parecen directamente relacionados con la Palabra de Dios (p.ej. matemática, geografía, música, etc.), deben enseñarse y aprenderse desde una perspectiva bíblica.
Muchos evangélicos piensan que "la enseñanza de
estos temas es neutral", que no tiene nada que ver
con los principios de Dios, y que por tanto no les hará
daño a sus hijos si aprenden lenguaje, matemática,
ciencias, etc. en una escuela secular, mientras vayan
también una vez a la semana a un lugar donde escuchan la
Palabra de Dios.
¡Esto no es cierto! Como veremos bajo el siguiente
título, ninguna enseñanza es "neutral". Si un
niño aprende lenguaje, matemática o ciencias desde una
perspectiva contraria a la Biblia, es igual como si
aprendería directamente las doctrinas del ateismo o de
una religión falsa. Por eso dijo Juan Wesley, el gran
predicador de avivamiento:
"Les pregunto, entonces, ¿para qué fin envías a tus hijos a la escuela? - 'Qué, para que sean preparados para vivir en el mundo.' - ¿De qué mundo hablas, de éste o del por venir? Quizás pensaste solo en este mundo, y te olvidaste de que hay un mundo de por venir; sí, ¡y uno que durará eternamente! Por favor considera mucho esto, y envía a tus hijos a tales maestros que mantengan este mundo venidero siempre delante de sus ojos. De otra manera, enviarlos a la escuela (permítanme hablar claramente) es poco mejor que enviarlos al diablo. De toda manera, entonces, envía a tus hijos, si tienes alguna consideración por sus almas, no a una de estas grandes escuelas públicas, (porque estas son cunas de toda clase de maldad), sino a una escuela privada, donde enseñe un hombre piadoso, quien se esfuerce a instruir a un número pequeño de niños en la religión y la enseñanza juntos."
(Juan Wesley, "La religión en familia")
Lea 2 Cor. 10:3-5.
¿En qué consisten las fortalezas del enemigo? - En
a_______________ y p_________________.
¿Qué tenemos que hacer con los pensamientos?
Lea Col.2:2-3. ¿Dónde está la verdadera sabiduría y el verdadero conocimiento?
Lea Col.2:8. ¿Mediante qué cosa podríamos ser engañados?
Las filosofías nos apartan de Dios,
porque son según las t________________ de los
h______________, y según los r_________________ de este
m____________, y no según C________________.
Lea Stgo. 3:13-17. - Describa en sus
propias palabras:
La sabiduría humana es
La sabiduría "de lo alto" es
Todos estos pasajes nos demuestran que
ningún pensamiento es neutral. Cada pensamiento, o es
verdad o es mentira, o sirve a Dios o sirve a satanás.
Detrás de cada pensamiento hay una cosmovisión, una
manera de interpretar el mundo. Esta cosmovisión o está
de acuerdo con la Biblia, o está en contra de ella.
La educación secular, por lo general, transmite una
cosmovisión humanista o materialista, donde el hombre
está en el centro y Dios tiene poco o nada que decir.
Aun los profesores cristianos han sido formados dentro de
esta cosmovisión antibíblica; y muy pocos de ellos han
hecho el trabajo de examinar y cuestionar, con la Biblia
abierta, las enseñanzas que recibieron en su instituto o
universidad. (Vea "Aplicar la palabra de Dios a
todos los asuntos de la vida".)
Mencionaremos algunos ejemplos, de cómo la enseñanza refleja una cosmovisión:
En el lenguaje y la comunicación:
Dios nos dio el lenguaje y la escritura para comunicar
hechos y pensamientos verdaderos, auténticos y
edificantes. El nos dio pautas acerca de lo que debe
contener nuestra comunicación. (Vea Efesios 4:25.29,
5:4.19, Filipenses 4:8.) Pero el sistema escolar a menudo
obliga a los niños a leer leyendas paganas o textos
inmorales; y no los enseña a distinguir entre la
ficción y la verdad. (Especialmente si el profesor es
seguidor de una religiosidad pagana.) Así se transmite
una cosmovisión pagana; y la idea de que la mentira vale
igual como la verdad.
También los obliga a producir textos artificiales que
están completamente desconectados de la vida real del
niño; tales como cuentos cuyo contenido ya está dado
por el libro escolar, o "noticias" acerca de
sucesos que nunca sucedieron, o "cartas" que
nunca realmente se envían al destinatario. Con esta
clase de ejercicios artificiales, la comunicación pierde
su verdadero propósito y se convierte en
anti-comunicación: No transmite ningún mensaje a nadie.
Se practica solamente para satisfacer las exigencias de
un currículo impersonal. Esta forma de tratar con la
comunicación, transmite indirectamente la cosmovisión
existencialista de que "todo es absurdo" y que
la vida no tiene sentido.
En la matemática:
La matemática expresa el orden de Dios en el universo: "Los
cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia
la obra de sus manos..." (Salmo 19).
Astrónomos cristianos como Juan Kepler descubrieron que
los cuerpos celestiales se mueven de acuerdo a leyes
matemáticas, y que por tanto el orden matemático del
universo es una forma como "el firmamento anuncia la
obra de Sus manos".
Las leyes de la matemática son universales y absolutos:
Tienen validez para todas las personas, en todas las
culturas, y por todos los tiempos. Ningún hombre tiene
la autoridad de cambiar alguna de las leyes de la
matemática - ¡ni siquiera aquellas que él mismo
descubrió! Por tanto, la matemática es un testimonio de
que existe la verdad absoluta, por encima de todas las
"verdades" de los hombres.
Sin embargo, el sistema escolar actual no enseña las
verdades absolutas de la matemática. En su lugar enseña
métodos y técnicas arbitrarias, y el alumno es obligado
a aplicar estas técnicas a manera de un esclavo,
siguiendo ciegamente el dictado del profesor o del libro
escolar. Así recibe la impresión de que la matemática
es algo completamente arbitrario, sujeto al capricho del
profesor. Nunca se le dice que la matemática es
universal, y que él mismo puede descubrir y
aplicar sus principios. Esta forma de enseñar
matemática niega tanto la soberanía de Dios como la
dignidad del hombre.
(Vea "Aprender
matemática: ¿Questión de burocracia o de
principios?")
En la historia:
La Biblia nos dice que Dios es el Señor de la historia;
es El quien pone y quita a los gobernantes (Salmo 46:9,
Lucas 1:52). Pero en las clases de historia no se
menciona este hecho. Entonces se transmite la idea de que
es el hombre quien hace toda la historia, y que Dios
está lejos y no se interesa en lo que sucede en la
tierra. Este es un concepto ateísta de la historia, y el
alumno recibe una cosmovisión ateísta.
En la geografía:
La Biblia nos enseña que Dios creó el mundo con un
orden específico. Cada cordillera, cada río, cada
detalle del paisaje tiene un propósito dado por Dios.
(Vea por ejemplo el Salmo 104.) Además de los
propósitos específicos, toda la creación existe para
la gloria de Dios. - Cuando un profesor omite todos estos
conceptos, entonces está otra vez enseñando una
cosmovisión ateísta.
En la biología:
Casi todos los profesores (aun cristianos) enseñan la
biología desde la perspectiva de la evolución. Aunque
muchos científicos intentan presentar la teoría de la
evolución como un "hecho", en realidad es solo
una teoría que no ha sido comprobada científicamente.
Se basa en mecanismos que nunca se pudieron reproducir
mediante experimentos; y muchos datos científicos
incluso la contradicen. (Existe literatura apologética
para profundizar en este tema, p.ej. Scott M.Huse,
"El colapso de la evolución", Ontario 1996.
Vea también: http://www.creacionistas.com
y "Respuestas
en Génesis").
La teoría de la evolución contradice también la
Biblia. Génesis 1 dice que Dios creó las plantas y los
animales, cada uno "según su género" (no
"evolucionándolos desde un ancestro común").
La teoría de la evolución cambia profundamente nuestra
cosmovisión entera: ¿Soy creado en la imagen de Dios, o
soy solamente una especie de animal? ¿Es este mundo
diseñado cuidadosamente por un creador, con un orden y
propósito definido; o es solo un producto de la
casualidad? - Además tiene consecuencias teológicas muy
graves: Si el hombre hubiera evolucionado, entonces Adán
y Eva no hubieran sido personas reales, y la historia de
la Caída sería solamente una leyenda. Entonces ya no
tendríamos base para la afirmación en Rom.5:18:
"Como por la transgresión de uno (Adán) vino la
condenación a todos los hombres, de la misma manera por
la justicia de uno (Cristo) vino a todos los hombres la
justificación de la vida." De esta manera, la
teoría de la evolución anula toda la doctrina bíblica
sobre el pecado y la Salvación.
La pedagogía:
Tenemos que examinar también los principios pedagógicos
que aplican un profesor y una escuela. Al momento de
escribir esto, la mayoría de las escuelas peruanas
todavía aplican los métodos del conductismo. Aunque
en la teoría se promueve también la corriente del
"constructivismo", la cual es una mezcla de la pedagogía humanista
con la pedagogía
de la socialización. Hemos examinado estas
corrientes en el capítulo ..., "Psicología
del desarrollo desde una perspectiva bíblica",
y vimos que ninguna de ellas corresponde realmente a la
Palabra de Dios. ¿Realmente debemos permitir que
nuestros hijos sean moldeados por una sociedad alejada de
Dios?
(Vea también "La
falacia de la 'pedagogía única'".)
Para
reflexionar:
Anote un ejemplo adicional de cómo la enseñanza
transmite una cosmovisión; por ejemplo en una de las
siguientes materias: Lenguaje y Comunicación, Arte,
Psicología, Civismo/Política.
(En capítulos posteriores veremos más ejemplos de como enseñar estas áreas desde una perspectiva cristiana y bíblica.)
(Vea también el estudio más detallado, "Cosmovisión cristiana y educación escolar".)
El ejemplo del profesor
Los niños son formados, no solo por el contenido de la
enseñanza, sino también por el ejemplo que da el
profesor con su persona. ¿Qué ejemplo reciben los
niños cuando su profesor es un mentiroso, o anda en
borracheras, o se burla de Dios? En las escuelas
estatales abundan profesores alcohólicos, fornicarios,
abusadores, mentirosos, ateos, agitadores políticos,
corruptos, etc. El ejemplo de su estilo de vida
influencia inevitablemente a los alumnos. ¡Este no es un
ambiente apropiado para un niño de una familia
cristiana!
Líderes de iglesias a menudo se
preguntan: ¿Por qué estamos perdiendo a tantos
jóvenes? - Muchas veces, la causa está en las escuelas
y los colegios, con su enseñanza y su ejemplo
antibíblico.
Paul F.Kienel, Fundador de ACSI (Asociación
Internacional de Escuelas Cristianas), menciona los
siguientes resultados de investigación (en Estados
Unidos): De los niños y jóvenes que asisten a una
escuela secular, el 70% abandona la iglesia entre los 12
y los 17 años. De los estudiantes cristianos que viven
internos en universidades seculares, el 90% deja la
iglesia durante el primer semestre. Estas grandes
pérdidas disminuyen mucho cuando los niños asisten a
escuelas cristianas.
¿No deben los niños cristianos ser
un testimonio en su escuela?
Los padres y madres que usan este argumento,
probablemente no conocen la realidad de la escuela. Un
niño cristiano que se atreve a dar testimonio de su fe
en una escuela secular, arriesga ...
... que sus compañeros se burlen de él, lo marginen y
lo golpeen,
... que sus profesores le impongan medidas
disciplinarias,
... que le rebajen sus notas y trunquen su carrera
profesional futura,
... que lo amenacen con expulsarlo de la escuela,
... que se desanime completamente y renuncie a su fe.
Un padre o una madre que usa este argumento, debería primero ir él o ella mismo a evangelizar a los profesores y compañeros de sus hijos, antes de exigir que el niño lo haga desde su posición mucho menos ventajosa. Es cierto que los niños escolares y sus profesores necesitan el testimonio cristiano; pero ¿por qué echar esta carga sobre los hombros de los más débiles, los niños? ¿y por qué exigir que lo hagan en el entorno más opresivo, el de una institución masiva controlada por incrédulos? Mucho más probable es que el niño cristiano tropiece y fracase en su fe. No podemos alegar en este caso que "Dios lo va a proteger". Aquellos padres cristianos que envían a sus hijos a escuelas no cristianas, están quebrantando principios bíblicos, y por tanto no pueden reclamar la protección de Dios.
¿Pero acaso no es necesario que los
niños conozcan la realidad de este mundo?
Así argumentan algunos (supuestos) cristianos que no
quieren "sobreproteger" a sus hijos: "No
queremos que los niños se formen una imagen idealista
del mundo. Sabemos que el mundo está lleno de maldad;
pero justo por esta razón queremos que los niños
conozcan el mundo tal como es." - Entonces,
¿tendríamos que enviar a nuestros hijos a las fiestas
de los borrachos, para que conozcan la realidad del
alcoholismo en el mundo? ¿Tendríamos que buscarles
amigos pandilleros, para que conozcan la realidad de la
violencia y de la delincuencia en el mundo?
Si estos consejos estuvieran de acuerdo con la voluntad
de Dios, entonces encontraríamos algo parecido en la
Biblia. Pero allí encontramos todo lo contrario:
Acerca de las naciones paganas, Dios dice a Israel: "Guárdate
que no tropieces yendo en pos de ellas, después que sean
destruidas delante de ti; no preguntes acerca de sus
dioses, diciendo: De la manera que servían aquellas
naciones a sus dioses, yo también les serviré."
(Deuteronomio 12:30) - No debían ni siquiera preguntar
como los paganos adoraban a sus dioses; ni mucho menos
juntarse con ellos.
Pablo escribe a los corintios: "No
erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas
costumbres." ( 1 Corintios 15:33).
El sabía que no era bueno juntarse con personas que
hablan cosas contrarias a la voluntad de Dios.
Estos consejos se dirigían a personas adultas. Si para
una persona adulta, madura, no es aconsejable juntarse
con personas que dan un mal ejemplo o hablan en contra de
Dios, ¡cuánto menos para un niño que todavía no tiene
discernimiento!
También dice: "No os unáis en
yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué
compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y
qué comunión la luz con las tinieblas?"
(2 Corintios 6:14) - Mandar a un niño a una escuela
donde estaría bajo la autoridad de un profesor
incrédulo, ciertamente sería "unirse en yugo
desigual". Muchos padres cristianos han puesto a sus
hijos bajo un tal "yugo desigual", y después
no pudieron recuperarlos nunca más durante toda su vida.
Una advertencia seria
2 Juan 9-11: "Cualquiera
que se extravía, y no persevera en la doctrina de
Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina
de Cristo, ése sí tiene al Padre y al hijo. Si alguno
viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no le
recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido! Porque el
que le dice: ¡Bienvenido!, participa en sus malas
obras."
Cualquiera que no enseña conforme a la Palabra de Dios,
es un falso maestro. No importa si enseña su doctrina en
la iglesia, en los medios de comunicación, o en una
escuela. Si el apóstol nos dice que no debemos recibir a
un falso maestro en casa, ¿acaso permitiría que
nuestros hijos sean enseñados por un falso maestro,
todos los días de la semana?
No existe ninguna justificación bíblica para que un padre cristiano encargue a un incrédulo con la educación de sus hijos. |
Hubo un tiempo cuando esto se entendía por sí mismo en las iglesias verdaderamente cristianas. En el pasado, en la gran mayoría de las iglesias evangélicas, las familias que enviaban a sus hijos a escuelas no cristianas, fueron puestas bajo disciplina eclesiástica o incluso expulsadas. Rousas John Rushdoony dice:
"Sobre todo, ¿podemos
conservar en la membresía a personas que afirman a
Cristo como Señor y Salvador y no obstante entregan sus
hijos a una escuela impía? Hubo un tiempo en que la
mayoría de las iglesias decía que no; unas pocas
todavía pasan por la formalidad de pedirles a los
miembros que recuerden su obligación de criar a sus
hijos en el Señor, pero ya no sirve de fundamento para
la excomunión. No obstante, la Escritura repetidas veces
requiere de nosotros que les enseñemos la Ley-Palabra de
Dios a nuestros hijos (Deut. 6:7, 20-25). De hecho, la
Escritura requiere la pena de muerte por adorar a Moloc
(Lev. 18:21; 20:2). San Esteban citó este hecho de la
adoración a Moloc como uno de los grandes males de
Israel (Hechos 7:43)."
(Rushdoony, "Filosofía del currículo
cristiano")
Si hoy en día las iglesias evangélicas permiten a sus miembros mandar a sus hijos a escuelas seculares, no es porque hoy estuviéramos "más avanzados" o "más educados". Al contrario, es porque las iglesias actuales se han alejado tan lejos de Dios, que están quebrantando Sus mandamientos más fundamentales.
Existen entonces muchas razones bíblicas para no enviar a los niños a una escuela secular, y aun para no enviarlos a la escuela en absoluto. (Vea "Educación en el hogar".) Veremos enseguida que existen también buenas razones pedagógicas para no enviar a los niños pequeños a una escuela o un "jardín":
La gran mentira acerca de la
estimulación temprana
La creencia común hoy en día es: "Cuanto más
temprano un niño entra al sistema escolar, más
inteligente será."
¿Dice la Palabra de Dios lo mismo? - Arriba descubrimos
que los padres son los encargados de la
educación. Entonces, un niño se desarrolla
mejor cuanto más tiempo pasa con sus padres.
Esto no es especulación, sino que fue comprobado con
investigaciones científicas. El libro "Mejor tarde que
temprano" (por Raymond S. Moore, Editorial
Unilit) recopila cientas de investigaciones, realizadas
en todos los continentes del mundo. Estos son algunos de
los resultados:
Un niño entre 3 y 8 años, para desarrollarse bien, necesita más que todo ser integrado felizmente en una familia estable.
A un niño de esta edad no se le debe dejar repentinamente en una situación grupal. El niño necesita tiempo para conocer a nuevas personas una por una. (Vea en la "Características de las diferentes edades" sobre la edad preescolar.)
En grupos de niños pequeños, por lo general gobierna la "ley del más fuerte", y los más débiles se convierten en víctimas de los demás. Entonces, estos niños se acostumbran desde una edad temprana a un comportamiento asocial, hostil y hasta cruel.
La forma como los niños de 3 a 8 años aprenden mejor, no es la enseñanza formal como en la escuela, sino la enseñanza informal (compartiendo experiencias y haciendo cosas juntos con sus padres).
Varias investigaciones compararon
a niños que ingresaron a una edad temprana al
sistema escolar (entre los 3 y 5 años), con
niños que ingresaron tarde (entre los 8 y 10
años). Todas estas investigaciones coinciden en
que unos años más tarde, los niños
que ingresaron tarde llevaron la delantera:
mejor rendimiento académico, más estabilidad
emocional y más cualidades de liderazgo. En
cambio, los niños que ingresaron temprano, más
adelante mostraron cansancio, desinterés en el
aprendizaje y una caída en sus calificaciones
(sobre todo a partir de la secundaria).
(Vea también "El
primer experimento en estimulación temprana, o:
Como se provoca un 'burnout' a una edad
temprana.")
La educación escolar
resulta más cara que la educación en el hogar.
Se mencionan también algunos proyectos piloto
donde en vez de enviar a los niños a un jardín
de niños, los profesores visitaban sus hogares
una vez por semana para dar ideas a los padres
para la estimulación de sus hijos. Este método
resultó más económico, y a la vez más eficaz.
En resumen: Es bueno que los niños
pequeños reciban ciertos estímulos para su inteligencia
- pero quienes deben proveer estos estímulos, son los
propios padres.
(Vea también: "Desarrollo
de la inteligencia".)
En el siguiente capítulo veremos más razones pedagógicas para educar a los niños en el hogar.
Hijos del Altísimo - http://www.altisimo.net -